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Grooming, una realidad que enfrentar y combatir
Mica estaba enojada con su mamá. Decidió contarle a su amiga de internet, que hacía meses charlaba con ella de muchas cosas. Rochi de River le dijo que no se preocupara, que su primo vivía cerca y que si ella quería, mañana la pasaba a buscar para llevarla con ella y olvidarse de sus problemas. Claro, dijo Mica, gracias. Al día siguiente, cuando la mamá de Mica se había ido a trabajar, llegó Jonatan Luna. Se fueron juntos, al llegar a un descampado la quiso violar, ella se defendió y la mató. Mica tenía 12 años, Jonatan Luna 24, y no era otro que Rochi de River. El horrible final de Mica Ortega, junto con otros casos emblemáticos, sirvió para alertar a la sociedad sobre el grooming, uno de los peores delitos cibernéticos: la captación de menores a través de las redes sociales con fines de agresión sexual o trata de personas.
Ayer en el Instituto 211 de Vedia, representantes del Instituto de Políticas Públicas de Prevención de Grooming dieron una charla más que interesante, necesaria. Se acercaron al distrito gracias a las gestiones realizadas por el Diputado Alberto Conacchiari, siempre atento a aportar soluciones a las problemáticas que nos involucran como sociedad. Los disertantes
aclararon dudas, acercaron protocolos de acción, material de información. Uno de los integrantes del grupo, Leandro Galletti, Coordinador de Desarrollo Territorial y Legislativo del Instituto, se explayó sobre el tema:
-El grooming (groom en inglés, es novio, seductor, adulador, amante) es una problemática transversal, que afecta a todos, padres, docentes, alumnos. El niño que la sufre comienza a cambiar su conducta, se atrasa en la escuela, baja su rendimiento, se aísla, pierde la comunicación con los padres.
-Hay varias situaciones que en el ámbito familiar pueden servir de alerta para detectar un posible caso de grooming. La primera, como citamos, es el bajo rendimiento escolar, después, la víctima comienza a dejar las actividades extracurriculares, como un deporte, un hobby. El secretismo es otra señal, esconde el teléfono, le pone claves para que los mayores no puedan acceder.
-A los padres les decimos que no le tengan miedo a la palabra “control”. Hay que comunicarse con el niño, niña o adolescente, el diálogo es lo único que puede evitar una tragedia. Hoy los padres suelen trabajar ambos, y muchas veces los chicos quedan con los abuelos, que no siempre tienen dominio de lo que pasa cuando están con el teléfono o la computadora. Cuando los padres nos reunimos con los hijos al final del día, lo ideal es preguntarle cómo estuvo su día, qué estuvo haciendo, fijarse si al retirarse se acuesta o se queda mirando el teléfono, si lo ve conectado, si bloquea la pantalla cuando los mayores se acercan. Hay que hablarle de la temática, explicarle los riesgos.
-Los captadores no contactan enseguida, se toman su tiempo para conocer a su víctima, sus gustos, sus rutinas, quiénes la rodean, cómo es su vida. El caso de Mica Ortega que originó una Ley 27590, que hoy tenemos, es paradigmático. La persona que la secuestró y asesinó tenía cerca de siete mil perfiles simultáneos buscando menores. Una vez que poseen la información, ya saben por dónde llegar a su víctima.
-Si bien el grooming como delito no tiene una condena muy severa –actualmente, se pena con una sentencia de seis meses a cuatro años de cárcel- es un paso adelante. Recién en 2013 se incluyó en el Código Penal, cuando otros países ya lo venían haciendo. Pero bueno, es algo desde donde seguir luchando.
-Los chicos son bastante reacios a hablar el tema con los padres. Generalmente, los que se enteran primero son los compañeros, o los docentes, o los profesores del club. Por eso en estas charlas hacemos mucho hincapié en cultivar el diálogo. El castigo no es el mejor método para tratar con los niños, niñas y adolescentes. Hay que dejarle el teléfono, no enojarse, enseñarle que la víctima es él, acompañarlo, entenderlo. Es el único modo de luchar contra este flagelo.
-Estas charlas tienen tres poblaciones objetivo: por un lado los docentes, por otro los chicos, y por otro las fuerzas policiales, tanto locales como provinciales, para que sepan cómo desempeñarse.
- Agradecemos al Diputado Alberto Conocchiari y al Intendente Carlos Ferraris la oportunidad y la atención que nos brindaron.
Y nosotros también. Los adultos tenemos la responsabilidad y el compromiso de actualizarnos y estar alertas, para evitar que los más chicos caigan en situaciones tan terribles como el abuso, el secuestro, la trata de personas o incluso la violación y muerte.