En el ambiente artístico hay algunos códigos, mitos, o mejor dicho frases comunes que representan realidades del oficio. Una de ellas es que trabajar para los chicos es más que difícil, porque no tienen filtro, o les gusta y aplauden como locos, o se aburren y de verdad que se nota.

Topa ha sido tocado con esa varita mágica. Lleva muchos años entreteniendo a los peques con éxito tras éxito. Y tuvimos la suerte de que viniera a acompañarnos en esta fiesta aniversario:
"Los chicos y yo nos fuimos eligiendo a lo largo de mi carrera. Amo trabajar para ellos, yo siempre trabajé como actor, pero estar con los más chicos es un lujo para mí. Yo mismo me divierto mucho haciendo un programa o arriba del escenario, y pienso que eso se transmite".

"Cuando tuve a mi hija, era un tema ver si yo, su papá, le resultaba divertido como showman.  Por suerte parece que sí. Y ella quiere ser artista también, ayer nos dio un espectáculo en el patio de casa".

"Yo me formé en la escuela de Esteban Mellino, donde se aprendía de todo –actuación, danza, canto- Y el infantil también lo hice con él. Me encanta la comedia, pero el mundo infantil me tira mucho más que todo lo demás".

"Disney me llegó después de siete castings, hice tap, actué, canté, me gasté los talones audicionando, pero como en los cuentos, sucedió.  Creo que para mí fue obviamente importante, pero también me parece que aporté credibilidad, alegría. Y creo que de algún modo también abrí una puerta a Latinoamérica en la marca, que no estaba muy representada hasta ese momento".

Y lo dejamos ir para que repartiera esa alegría contagiosa que emanan sus canciones, sus bailes, su comunicación con los chicos. Y los demás también nos contagiamos, qué tanto, que todos seguimos siendo niños en algún rinconcito. Gracias a los que pensaron en que estuviera en este cumpleaños feliz.