Los “pichones” del atletismo adaptado se lucen en los paralímpicos en distintas especialidades. Fabricio López ya nos trajo una dorada, y ahora es el turno de Nico Chavero de ir a Italia a clasificar como internacional.

Vino a despedirse y a charlar un rato con el Intendente Ferraris, que se expresaba maravillado con la experiencia que están teniendo los chicos:

“En nuestra época, llegar a Mar del Plata para competir ya era lo más. Ahora los escucho hablar de Colombia, Méjico, París, Venecia, y la verdad, me pone muy contento lo que se va logrando con el esfuerzo y el apoyo de todos, pero sobre todo con la garra que le ponen ellos. Desde nuestro lugar como gobierno, tratamos de allanar un poco el camino, pero el componente mayor y fundamental son ellos, que son ejemplo de superación”.

“Hace un rato charlábamos con Fabricio sobre su competición en México, y ahora estamos con Nico casi en la escalerilla del avión para Venecia, Italia. Cómo no estar orgulloso de ustedes”.

María Mazza, Directora de Discapacidades, nos precisa el motivo del viaje de Nico: “Como pasó con Fabri, él va a participar de un torneo y a la vez registrar su marca, en su especialidad que es el lanzamiento de bala está 8° a nivel mundial. Está a un paso de poder participar de todos los eventos internacionales que haya”.

“Para los Parapanamericanos, los Paralímpicos o los Mundiales, los chicos reciben un monto de dinero y ropa de la Secretaría de Deportes de Nación, lo que sumado al enorme aporte que nos hace el Municipio, permite que viajemos cómodos y tranquilos”.

“Ahora a Venecia va Nico y también un grupo de la Selección a una gira, ellos siguen para cuatro países más. Tienen que seguir compitiendo para seguir clasificando. Si Nico llega a ser medallista, además tiene un premio especial por ese logro con una beca adicional”.

“Cuando vamos a competir, competimos como Argentina, no importa a qué federación se pertenezca, paramos todos juntos en la Villa Olímpica”.

Nico sonríe cuando le hacen bromas sobre su novia: “Ella está contenta de que viaje, no se pone celosa para nada… por suerte”, aclara entre risas.

“Estoy muy preparado para competir”, dice. “No me aguanto las ganas de estar allá. Estoy re contento con la oportunidad que se me da y pienso aprovecharla al máximo. Seguro algo me traigo, ojalá una medalla, y la clasificación, claro. Me llevo el mate, la yerba y la bombilla, porque sin eso no viajo”.

Y al igual que con Fabricio, con él se va la alegría de todos los que ponen el hombro, desde la gestión municipal hasta los familiares o los vecinos que los alientan permanentemente. Pase lo que pase, que hayan podido superar los inconvenientes que les puso la vida y estén ahí, ese, sin dudarlo, es el verdadero triunfo. Gracias, chicos.