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Marta y Pablo Ibarra, los creadores de la estatua del Caballo
Es uno de nuestros distintivos, casi una bandera del distrito. Compañero, trabajador incansable, ayudó al gaucho a hacer de nuestra zona un campo fértil; fue nuestro transporte durante décadas difíciles, y sigue estando ahí, siempre.
El caballo se merecía el homenaje de esa estatua maravillosa. Y fue un gusto poder charlar con sus autores, Marta y Pablo Ibarra:
“A nosotros nos vinculó con Rosemary Perkins una de sus hermanas, Margarita, que integraba una Comisión que buscaba hacer un monumento al caballo. A partir de allí –estamos hablando de 1997-viajamos aquí, nos entrevistamos con otro miembro de la Comisión, el Escribano Quinteros. A partir de ahí empezamos a plasmar la obra en casa, en Moreno” (Pablo).
“Nosotros habíamos hecho un caballo, que estuvo expuesto en la Exposición Rural, ahí fue donde Margarita lo vio y decidió llamarnos. Lo que ellos querían era hacer un caballo que no respondiera a ninguna raza en especial, pero que fuera potente. Hicimos una maqueta –que debe estar entre las pertenencias de Rosemary Perkins- y la usamos como modelo. La idea era un caballo que corriera libre hacia la cordillera. (Marta).
“Hemos hecho caballos para las talabarterías, otros para el Museo del Caballo de Uruguay, y a partir de ahí empezaron a multiplicarse los encargos” (Pablo).
“Vivimos del arte, y de la docencia. Muchas obras que hemos hecho no las hemos cobrado, porque consideramos que también el arte es militancia. Claro que hay artistas que viven, y muy bien, del arte, pero bueno, son decisiones de vida” (Marta).
“Intentamos que nuestro arte sea popular. Esta obra, por ejemplo, la pensamos para el pueblo de Vedia, para toda la gente. Y nos pone re felices ver la fiesta que se generó alrededor, con el esfuerzo del municipio y sus trabajadores” (Pablo).
“De base, somos ceramistas, y trabajamos diferentes materiales: fibra de vidrio, hierro para las estructuras de concreto y hormigón, yeso y otros materiales” (Marta).
“Entre nosotros también hay diferencias de criterio, pero siempre llegamos a un acuerdo, basados en la premisa de que cuatro ojos ven más que dos, y eso es vital para realizar un buen trabajo. Y también hace al respeto mutuo que nos tenemos como pareja y como artistas” (Pablo).
“Este diciembre cumplimos cuarenta años juntos, y cuarenta años trabajando a la par. Nuestros hijos también se dedican al arte, lo que es un enorme orgullo” (Marta).
“Esta para nosotros es nuestra segunda casa. Nos llevó dos años realizar la estatua, uno de los cuales vivimos aquí, y fue una experiencia muy linda. Le agradecemos al pueblo y a sus autoridades lo mucho que colaboraron con nosotros” (Pablo).
Nota de la cronista: fue difícil separar las declaraciones de uno y otro, hay entre ellos una simbiosis tal que naturalmente uno comenzaba la respuesta y otro la terminaba, sin encimarse ni contradecirse. Una pareja bendecida por el amor… y el amor al arte. No es poco.