Un poco de envidia, un mucho de admiración, y una gran empatía. Todo eso nos despierta cuando vemos o escuchamos o leemos estas historias viajeras, de gente que un día se anima, dice “es ahora” y se larga a conocer el mundo, algún continente, o su país.

Es el caso de Matías, que se largó desde el Obelisco con su bici a la que llama La Crota, con la firme intención de llegar hasta Mendoza, recorriendo así toda la Ruta 7.
Pero mejor escucharlo en sus propias palabras.

"Vengo motivado por personajes de las redes sociales, especialmente Instagram, que hacen cicloviajes. Inicialmente arranqué con mi página de Instagram, @fabricadecaminos, con el proyecto de armar un motor home. Antes de la pandemia me compré el colectivo, y estaba compartiendo en redes el avance de la transformación. Justo cuando estaba en eso viene la pandemia –para esto yo ya había renunciado a mi trabajo-, así que tuve que usar los ahorros que tenía destinados para el motor home para sobrevivir durante el aislamiento. Yo seguía teniendo ganas de viajar, aunque al colectivo le faltaba para estar listo; empecé a analizar lo de hacerlo en bici, que ya la tenía y me gustaba mucho usarla", nos cuenta Matías.

"Ya había hecho un cicloviaje cortito a Córdoba hace unos años, que se cortó en Rosario, y de ahí me quedé con las ganas. Me empecé a informar más, a leer sobre otros cicloviajeros, y listo, me decidí".

"Hay una gran comunidad de cicloviajeros, está bueno porque nos ayudamos, nos pasamos datos, vas viendo qué viajes son posibles de acuerdo a los que ya lo hicieron, analizando riesgos y buscando lugares", relata el ciclista nómade.

"La Ruta 7 fue la elegida. Tuve algunos contratiempos, pero nada grave ni inesperado. Al ser una ruta que tiene mucha circulación de camiones, hay tener en cuenta los riesgos que eso implica" señala al ser consultado sobre cómo es viajar en bicicleta. 

"Me ha tocado alguna vez dormir a la intemperie. Viajo con mi carpa, con mi bolsa de dormir, y mi hamaca paraguaya. Anoche por ejemplo dormí en la hamaca, en la estación de servicio de la Ruta. La gente además es buena onda, generalmente me hospedan o me dan un lugar donde estar".

"Ahora me estoy solventando con la venta de unos stickers que hago –nota del redactor, son linidísimas, le compramos unas cuantas- los voy ofreciendo en los negocios o a la gente misma, me pagan a voluntad lo que quieren, eso me ayuda mucho. Me pueden contactar en el Instagram como fabricadecaminos, y yo les acerco las calcomanías".

"Mañana ya arranco para Rufino, pero hoy voy a estar todo el día en Vedia. Mi familia me apoya y les parece fantástico lo que estoy haciendo. Toda mi primera infancia vacacioné en el motorhome de mi viejo, así que supongo que me viene desde ahí este casi vicio".

"Me siguen mucho en las redes. Esta es la primera vez que hago la Ruta 7 completa, la otra vez hice desde Luján hasta San Luis. Hago casi cien km diarios" nos informa, mientras es consultado por los detalles que tiene un viaje de este tipo.

Y ahí se fue, con La Crota a su lado, a seguir regalando sonrisas y viviendo su sueño. De verdad, envidiable.