Como si tuviera poco trabajo viajando desde su casa del Polo Norte cargado de regalos y repartiendo alegría en todo el mundo, nuestro querido Santa Claus se puso las zapatillas e hizo deportes.

Pero no lo hizo solo. Una multitud de peques lo acompañaron, todos con los típicos sombreritos. Parecía la salida del turno Navidad de la Fábrica de Regalos donde como ya sabemos se reciben las cartas que escriben los chicos y se organizan las entregas.

La largada y la llegada fueron un poco tumultuosas, pero la gente de Deportes estaba ahí para compartir el momento… además, todos tuvieron premio. El propio Santa repartió caramelos, se sacó fotos, y claro, se despidió hasta el año próximo.

A portarse bien, no tomar sidra a escondidas el 31 y no pelearse con los primos, que se fue Papá Noel pero vienen los Reyes, eh.