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Vacaciones 2023: cómo entretener a los chicos en casa
Cuando llega el receso escolar de verano, hay alegría, ganas de pasar más tiempo con los chicos, planes de viajes, de reencuentros, de hacer todo eso que con las actividades habituales no se puede. Bueno, todo eso en el mejor de los mundos. En la realidad diaria, a veces no hay plata para irse de vacaciones, y por otra parte los padres sí tienen que seguir trabajando.
Algunas ideas para pasarla lo mejor posible todos, y aprovechar la ocasión para usar la creatividad y fortalecer el vínculo con los más chicos:
Cocinar con ellos: según la edad, hay mucho para hacer en ese terreno, desde las más simples galletitas amasadas y cortadas o moldeadas con las formas que se les ocurra, hasta las amadas hamburguesas de los adolescentes, o buscar recetas en la web con los más grandes averiguando qué se puede inventar con lo que hay en casa. La cocina es un ámbito familiar por excelencia, y quién les dice que descubran una vocación, o un placer hasta ahora inexplorado… y nosotros ponemos la mesa, para variar
Pintar y dibujar: acá, los más chicos son los especialistas. No sabemos por qué es que uno dibuja muchísimo cuando es pequeño, y luego se va dejando. Resucitemos la iniciativa desde otros lugares: ofreciendo paredes para grafittear, resignando muebles viejos o usando las aplicaciones de los celulares y computadoras para jugar con ellos… y de paso aprendemos nosotros.
Realizar manualidades: en este campo, la originalidad y creatividad toman la posta. Hacer campeonatos de buscar ramas raras, reciclar latas de comida armando gusanos gigantes o pintar frasquitos para especieros, e incluso proyectos más ambiciosos como una casa de madera o una carpa… y para los más grandes, que diseñen o busquen soluciones de espacio y confort.
Jugar con ellos: sí, jugar como diría Sabina “por jugar”. Contar las baldosas, armar misiones de búsqueda del tesoro adentro o afuera, preguntas y respuestas de los temas que ellos dominen, recortar copias de fotos familiares y volver a armarlas como rompecabezas, y bueno, sentarse con ellos en la compu y jugarse algún jueguito que habitualmente nos genera protesta o indiferencia.
Actividades domésticas: puede ser un buen rebusque para descansar uno un poco, o generar competencias divertidas entre ellos, como quién tiende la mejor cama, o termina antes con los platos. O simplemente pedirles una mano para que podamos liberarnos antes y disfrutar el tiempo libre juntos.
Cantar: a grito pelado, karaokeando lo viejo y lo nuevo, jugando a quién se sabe las letras, y de paso conocer lo que les gusta y compartirlo
Leer: es una actividad francamente en desuso, lo sabemos, pero intentarla trae sus beneficios. Sobre todo, si les hacemos el ejercicio de comparar la película y el libro que la orginó, como para enseñarles que la propia imaginación supera la de cualquier director, y es buenísimo para el resto de su vida. Los más chicos, cuentos, cuentos, cuentos…
El aire libre: no perdamos ocasión de salir con ellos. Aunque a veces el “equipamiento” se nos complique, disfrutar una tarde en un parque, o en el hermosísimo Balneario que tenemos, nos proporciona momentos lindísimos.
El municipio también provee muchas opciones para diversión, basta con mantenerse informado y aprovecharlas.
Resumiendo: que el tiempo sea de calidad, no importa la cantidad. Pensemos que durante el año nos lamentamos el no poder compartir más con ellos. Y un dato en el que tal vez no hemos reparado: si repasamos nuestra propia infancia, lo que nos quedan son los momentos compartidos con nuestros padres, como sea y donde sea.
No nos olvidemos que son chicos HOY, y que de lo que vivan en su infancia depende muchísimo la clase de adulto que serán mañana. No se arrepentirán, se lo aseguramos.